En muchas ocasiones nos comportamos como él, puede que por miedo, pero nos escondemos, incluso de nosotros mismos. Y no vemos. Nos perdemos las cosas que tenemos bien cerca, con el riesgo que eso conlleva. Preferimos agazaparnos y no queremos ver por temor a que nos pueda dañar, la realidad que nos rodea. Y esta, a veces, es maravillosa.
Lo que daría por no tener miedo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario